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Noticias > MURAL EN EL JARDIN 135 DE BARRIO ARTIGAS

El artista plástico Ricardo Lagos Silva, docente del Espacio, viene trabajando en un mural en el Jardín 135 de Barrio Artigas. Este trabajo forma parte de la rama del Espacio Piñeyro que se toca con los barrios.

«Buscamos la participación de los involucrados, en este caso de la institución educativa, maestras, padres, familias, y sobre todo los niños, en la realización de una obra mural que refleje lo que significa este jardín para los niños, sus familias, el barrio y la comunidad, de manera que la obra pueda perdurar en el tiempo como símbolo del trabajo en conjunto y patrimonio de la institución y la comunidad.

Lagos propuso a los docentes que encomendaran a los niños la tarea de escribir, en una hoja, todas las palabras que se les ocurrieran sobre lo que significa el jardín para ellos, lo que esperan de él, lo que reciben, lo que viven en él, lo que quisieran encontrar; todo ello sin procesar, desordenada y espontánea. La misma tarea se les encomendó a los familiares de los niños y niñas.
Ese material fue procesado y le dio forma al diseño definitivo, tratando de concentrar todo el peso conceptual de lo aportado por niños y familiares, en un elemento principal de la composición, que a su vez es reafirmado por una serie de elementos complementarios que terminan de dar forma a la idea.

Descripción teórica de la obra
El árbol como uno de los más antiguos arquetipos de la vida y la regeneración, de aquello que germina desde lo más pequeño y crece desafiando al tiempo, y a las situaciones adversas para ofrecernos su fruto, su madera o su sombra.
Pero que a su vez alberga vida de otros en su interior: pájaros que construyen sus nidos, mariposas, abejas, gusanos, hongos. Vida dentro de la vida. Pero el árbol (jardín, escuela) y todo lo que vemos y recibimos de él, su belleza, sus colores, sus frutos, su madera, solo es posible gracias a aquello que no vemos y que permanece subterráneo. Sin ellas nada es posible
Sin raíces no existiría el árbol. Es allí, en sus raíces, dónde comienza todo, dónde la semilla (hogar, familia) germina y comienza a crecer y desarrollarse, para después pasar al estado de árbol y producir más semillas perpetuando la vida.
La obra mural consta de una línea que divide en dos planos la superficie; en el plano superior está el árbol, grande, fuerte, cuyas ramas sostienen frondosas masas de hojas, verdes sanas, relucientes, que guardan en su interior a niños que en sus manos sostienen las palabras – conceptos.
En el plano inferior está todo lo que no podemos ver a simple vista, las raíces, grandes, extensas y profundas, muy arraigadas en la tierra donde fue plantado (barrio, zona, comunidad). Debajo del árbol, resguardada por las raíces, está la semilla (hogar, familia) que da origen a todo, en constante pulsación, como un corazón subterráneo que junto con el árbol (jardín) abastece de amor todo lo que en él se genera y habita, y gesta su continuidad en el tiempo.
Los niños que portan sus palabras en las ramas luego se transforman en pájaros y volarán hacia la vida, pero nunca olvidan al árbol donde nacieron y vivieron mientras fortalecieron sus alas.

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